"COMPROMISO, CONFIANZA, COHERENCIA Y COMUNICACIÓN"

Cuando hablamos de la importancia de saber gestionar y comunicar los intengibles que representan una entidad para generar una imagen positiva y de confianza, no solamente hablamos de la empresa; pueden darse por aludidos muchos otros sectores de la sociedad.

Viendo las (ya no tan) recientes elecciones catalanas, me lleva reflexionar en qué medida los partidos son capaces de comunicar y transmitir aquello que les representa. Los partidos políticos son los primeros que deben planificar y gestinar sus valores e intangibles para hacerlos llegar a la ciudadanía con claridad y firmeza; en caso contrario, es imposible generar el clima de confianza y compromiso que necesitan para ser favoritos.

En este contexto, me gustaría analizar un caso peculiar que a pesar de haber inundado todas las televisiones y redes sociales como una anécdota, lleva detrás un gran trasfondo comunicativo digno de analizar.

Se trata del caso de Miguel Iceta, el candidato del PSC de Cataluña. Tanto él, como su partido estaban desaparecidos del mapa político. Su mensaje, apenas tenía peso ante la competencia tan dura y radical del momento (Artur Mas tenía todos los focos sobre él). Falta de firmeza y de decisión.

Sin embargo, un acontecimiento inesperado marcó un punto de inflexión en este contexto. El candidato Iceta, en un arrebato de espontaneidad, se arrancó a bailar de alegría en uno de sus mítines. Lo que muchos tacharon de "ridículo" o "vergonzoso", se convirtió en la línea de comunicación para el partido que les hizo llegar a una gran cantidad de votantes. Ante tanta hostilidad, PSC demostró que se puede compaginar la política con la alegría ("es totalmente compatible bailar, y decir verdades como puños con una sonrisa en los labios" fue la respuesta de Iceta ante las críticas); que para hacer política no hay que instaurar el miedo, sino el esfuerzo y la cercania a la ciudadanía.

Este baile, totalmente improvisado, se convirtió en la imagen de un partido que tiene la naturalidad, la espontaneidad, la cercanía y la alegría como estandarte. Para profundizar y corroborar este caso, me apoyo en un buen análisis que realiza Emprepio Padula, especialista en comunicación política, en el programa "Más Vale Tarde" de La Sexta. El experto explicó que todo político (y toda marca) tiene que responder a cuatro C's: compromiso, confianza, coherencia y comunicación. Ya había demostrado las tres primeras y con este acontecimiento, ha conseguido proyectar su imagen como persona, que va muy en concordia con los valores de su partido. Como en cualquier empresa, ser fiel a tu razón de ser y a tu identidad corporativa es esencial para obtener una imagen corporativa positiva; en este caso, Miguel Iceta ha sido fiel a sí mismo y también ha conseguido tener un resultado positivo, como bien se puede observar en los resultados de las elecciones, donde obtuvo muchos más votos de lo esperado. Me ha gustado cómo es capaz de encontrar esa confluencia entre la política y la empresa, teniendo como hilo de unión la comunicación.

Este es el claro ejemplo de cómo aprovechar el contexto y un acto totalmente espontáneo, para redirigir y posicionar tu marca de forma coherente y natural. Un claro ejemplo de cómo la comunicación no solo atañe a las empresas y marcas, sino a muchos otros ámbitos de la sociedad.

Bendita comunicación.

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