6ª Sesión teórica (27/10)
- Diego Giménez
- 29 oct 2015
- 2 Min. de lectura
Después de la clase magristral de Italo Pizzolante empezamos a entender cómo funciona la reputación empresarial y qué papel juega tanto para la empresa como en la sociedad. Para profundizar en esto, he leído el texto "reflexiones sobre la reputación necesaria" de Angel Alloza, porque creo de verdad que es muy importante a día de hoy desarrollar un modelo de reputación integrado en el entorno en el que nos encontramos, y que bajo un principio de cooperación es un ejercicio beneficioso tanto a nivel empresarial como a nivel social.
Estamos en una etapa donde la recuperación de la confianza es una tarea prioritaria para la superación de la crisis económica. Según el autor, "la buena gestión de las marcas y de la reputación son la palanca para recuperar la confianza y hoy son las empresas quienes están mejor posicionadas para impulsar esta gestión de los intangibles estratégicos". Una buena imagen o una buena dirección de comunicación ya no se puede entender como buena publicidad y alguna acción solidaria. La clave está en trabajar la sostenibilidad a largo plazo; la clave reside en en comprender y saber gestionar las relaciones con los stakeholders, puesto que son los «iguales».
A día de hoy, la base para construir confianza está en adquirir compromisos sobre temas y asuntos relevantes para el ciudadano y que respondan a las expectativas que tienen los públicos de interés al trabajar con nosotros. Las empresas están en mejor posición que las instituciones públicas para generar confianza. Si las empresas alinean intereses entre si, estas pueden generar un aumento de la confianza en los ciudadanos y facilitar una sostenibilidad social.
Evidentemente, la empresa debe ser capaz de cumplir las promesas y que no haya disonancia entre lo que se dice y lo que se hace. Como dice el texto, "la reputación corporativa es el conjunto de evaluaciones colectivas suscitadas por la corporación en el stakeholder que motivan conductas capaces de generar valor".
"La buena reputación incrementa la atracción de los consumidores, del capital, del talento, facilita la internacionalización de las empresas y permite alinear los intereses y voluntades de toda la organización para conseguir los objetivos de negocio"
Las relaciones que establecemos con nuestro entorno y con nuestros públicos de interés van a ser la palanca que nos va a dotar de valor diferencial y va a generar una red de confianza en la sociedad. Pero ojo, los intereses con otras empresas deben ir más allá de lo meramente económico, no vaya a pasar como le pasó a la marca LEGO con Shell. A la sociedad no solo le importa como te comportes tu, sino como se comportan las personas/empresas con las que te juntas.
Bendita comunicación.
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